Is this trip really necessary?

Esta es una canción (no estrictamente, porque nadie canta) que me viene realmente bien. La escucho mucho porque me evade, casi me transporta a otro sitio. Últimamente ando un poco ávido de evasión, tal vez por eso me dedico a ver pelis de mi musa Franka Potente. Madre mía, qué mujer… No suelo poner imágenes en mis posts, pero por esta vez haré una excepción:

Va, otra

Mmm… la última,

Fascinado me tiene.

Y ahora a lo que íbamos. Este tema (mejor que canción) se supone que está en el Voyage 34 de Porcupine Tree, aunque yo no he encontrado ninguna canción que se llame así. Enjoy:

P.D: Creo que el título es muy adecuado, aunque yo cambiaría «necesario» por «conveniente».

Porcupine Tree en concierto en Octubre

Estoy de enhorabuena. Y es que en octubre viene a Barcelona una de mis bandas (que ahora queda raro decir grupos) mas acojobrutales de este lado de la galaxia: Porcupine Tree. Yo no hago más que decirlo por ahí, pero ninguno de mis allegados lo conoce ni le apetece tener el gusto. Una pena.

Para aquellos que les interesen, algunos vídeos en http://es.youtube.com/results?search_query=porcupine+tree&search_type=&aq=f

Way out of here

Este es el título de una de las mejores canciones del último album de Porcupine Tree, Fear of a Blank Planet. El vídeo no vale mucho pero la canción es increíble y no paro de escucharla.

Disturbios lentos

Godspeed you! Black Emperor es una banda canadiense que se formó allá por el año 94, y es uno de los grupos referencia (junto con Mogwai, Sigur Rós y otros) de un movimiento musical independiente llamado post rock. Formado por un puñado de activistas anarquistas, su lista de miembros varía según el disco, así que no resulta fácil decir qué instrumentos forman parte de su ensalada musical. A grandes rasgos, podemos decir que hay una batería, un bajo, un par de guitarras distorsionadas, un violín, algún cello y un teclado; a lo que pueden sumársele en alguna ocasión xilófonos o trompas. Lo que no vais a encontrar nunca (hasta donde yo sé) es gente cantando. Como mucho fragmentos de entrevistas o de discursos callejeros.
Su música es del tipo que yo denomino «para gente sin prisas». Me explico: los temas (no calificables como canciones) duran 10, 15, 20 minutos y, simplificando, suelen consistir en progresiones lentas de una melodía a otra, con trozos de casi absoluto silencio y otros de lo más ruidoso.
El disco de que quiero hablaros es Slow Riof for New Zero Kanada, un EP que contiene dos canciones y casi media hora de música maravillosa. El primer tema, Moya, es el que me pone la piel de gallina. Comienza con un violín tocando una suave melodía (que un imbécil calificó de satánica) y continúa con la introducción a lo que será la gran traca final. De hecho, da la sensación que la mayor parte de la canción (sí, ya sé que he dicho que no se les puede llamar así) te está preparando para el escandaloso desenlace, que es lo que creo que mejor puede definirse como orgía musical de todo lo que he escuchado en mi vida. El segundo tema se llama BBF3 o Blaise Bailey Finnegan III, que es el nombre de un tío que va recitando un supuesto poema de su invención, pero que, por lo visto, es la letra de una canción de Iron Maiden. Este corte sigue un poco la filosofía del anterior, aunque es algo más complejo y tiene más movimientos. Igualmente, resulta mucho más que emocionante.
Como curiosidad, la portada del disco son unos caracteres hebreos del Génesis 1:1-2: «sin forma y vacío», refiriéndose al universo antes de que Dios se pusiera manos a la obra. Como buenos activistas, en la contraportada lo que tenemos son las instrucciones en italiano para hacer un buen cóctel molotov.
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Príncipes, gallinas y otras sorpresas

Pese a que no hace ninguna falta (puesto que su blog recibe bastantes más visitas que el mío), voy a hacer propaganda de CPA con uno de los artículos que más me han gustado: cultura, humor y una forma de escribir que me parece sensacional (y no es peloteo). ¿Que dónde encuentro esto? Una vez más: http://www.curiosoperoconarte.blogspot.com/
 
 

PRÍNCIPES, GALLINAS Y OTRAS SORPRESAS

 

Descarga recomendada: Haydn, Joseph: Sinfonía nº 83. Primer movimiento: Allegro spintoso. 

No, no he perdido los papeles, ni estoy tomando demasiados antihistamínicos. Pongo primero la descarga recomendada por una buena razón: porque al final del artículo les voy a proponer una adivinanza para la que van a necesitarla. Y la adivinanza, adelanto, no es el significado de la palabra «spintoso», aunque si alguien tiene la amabilidad de decírmelo se lo agradeceré en grado sumo… 

Si por algo triunfó Franz Joseph Haydn, Paco Pepe para los amigos, en esto de la música, no fue solamente por componer mucho y bien y además a la última moda (en su época, claro). Fue en parte, creo yo, por su extraordinario y sutilísimo sentido del humor. El suyo y el de sus amigos. Un par de anécdotas para apoyar mi teoría:

Trabajaba nuestro Paco Pepe, allá por el siglo dieciocho, como músico de los Esterházy, familia austríaca de príncipes, nobles y otros personajes de alto postín, casi casi tan influyentes como el dueño de Zara. Huelga decir (nunca mejor dicho) que hablar en aquella época de derechos del trabajador era como hablar de los derechos del champiñón soriano, más aún si trabajabas para un príncipe. Pero los músicos de la orquesta del príncipe Esterházy no estaban demasiado satisfechos con sus condiciones laborales, y a Paco Pepe le tocaba siempre ir a hacer de intermediario entre las protestas de los unos y las respuestas del otro (que, podemos presumir, no siempre fueron amables). Un buen día, tan bueno como cualquier otro, en que los músicos le pidieron que intercediera por ellos para conseguirles unos días libres (que al parecer hacía mucho que no disfrutaban), Paco Pepe decidió que no le apetecía jugarse el tipo. Y pensó otra manera de pedirlos: con la música. Compuso una sinfonía en la que, al final, los intérpretes van terminando su parte, apagando la vela de su atril y abandonando sucesivamente el escenario, hasta que solo queda uno. Nace así «Los adioses», primera «canción protesta» de la Historia. Por cierto, el príncipe captó la indirecta y les dio vacaciones.

También durante su empleo con esta familia, que duró treinta años, le molestaba muchísimo a Paco Pepe que la gente fuera a sus conciertos por ir, porque era de buen tono. No era ya que algunos se aburrieran visiblemente, sino que era habitual que el público se quedara dormido. Para estos bellos durmientes, Paco Pepe Haydn compuso especialmente la sinfonía «Sorpresa». La «sorpresa» consistía en que, tras un laaargo fragmento suaaaveee…, melóóódicooo…, duuulceeee…

 

¡¡¡¡BLAAAMM!!!! 

 

Venía un golpe de timbal que resquebrajaba los cimientos. Tenía mucha mala leche Haydn a veces.

En otros casos, eran los amigos de Haydn, a los que el compositor tenía seguramente prohibida la entrada a los conciertos pero iban de todos modos, los que pasaban el rato buscándole las vueltas a la música y bautizando las sinfonías. Es el caso de «El oso» (en la que un trocito les recordaba a un oso) , «El reloj» (ídem) o «Redoble de tambor» (nótese aquí el derroche de imaginación). 

Y aquí viene la adivinanza: descargado ya el allegro de la sinfonía 83, a ver quién es el primero en acertar por qué estos intelectos desperdiciados la dieron en llamar «La gallina». Pista: minuto cuatro y unos diez segundos