No aprendo ni a hostias

¿Cómo coño puede ser que tras la cagada del año pasado, cuyas consecuencias aún desconozco, haya vuelto a pillarme el toro con la declaración de la Renta? Esta vez he tenido suerte y he encontrado, vía llamada a mi papi, el borrador a un día de finalizar el plazo. Si Dios fuera justo, me habría caído un multazo del copón. Afortunadamente, Dios es bueno y me he salvado.

Anda que si fuera, como me decían en el cole, infinitamente bueno y justo, y ante esta situación, se habría suicidado o me habría eliminado a mi y todo mi rastro (dependiendo de si fuera bueno o justo). Dios, menuda gilipollez.

El misterioso apoyo a las marcas

Desde luego, este blog es de lo más disperso. No repito un tema ni por casualidad.

Bueno, al lío. Hace un par de días vi en tercer o cuarto anuncio en el que una cadena de televisión dice que apoya a las marcas. Tengo que reconocer que, hace unos meses, cuando vi el de Cuatro ya me sorprendió, pero lo de ahora llega a mosqueo. La pregunta es evidente: ¿por qué se dedican las teles a apoyar a las marcas así en general? A mi me parecía lógico pensar que con la crisis, la gente se tire a las marcas blancas, razón por la que las de toda la vida, más caras a priori, van a bajar ventas. Ahi tenemos a Danone diciendo que sus productos son únicos y no los fabrican para otras marcas, o a Pascual (creo) respondiendo a Dia cuandoesta dice que ambas son lo mismo pero sin publicidad que suba los costes. Pero, una vez más. ¿Qué coño les importa a las teles que escojas un producto u otro?

La respuesta está en los ingresos por publicidad. ¿Cuántos anuncios veis en la tele sobre las marcas blancas? ¿Y sobre el resto? Sí, claro que hay anuncios del Carrefour o el Dia, pero esta gente promociona, con un solo anuncio, sus supermercados y su marca blanca que abarca todo tipo de productos; mientras que las marcas tradicionales necesitan anuncios para cada uno de esos productos. Y muchos, puesto que tienen que reflejar su identidad de marca, no como las blancas cuya identidad es siempre la de «calidad razonable a precio bajo», y se nutren del boca a boca.

Ahora vamos a abandonar el plano coyuntural económico y comencemos a hacernos la paja mental.  Aquí hay dos asuntos: la reducción de ingresos por publicidad en las televisiones (incluso habiendo aumentado los minutos dedicados a la misma) y la crisis. Puesto que el segundo parece ser la razón del primero, empezamos por ahí.

La crisis, realmente, no es tal. Bueno, sí, pero no es un período de transición que superamos y ya está. Está provocada por un fallo del sistema. Un fallo que se ha diagnosticado y que va a tratar de ser corregido. Que nadie me malinterprete: creo en el sistema. De hecho, creo que un sistema basado en el capitalismo es el único que tiene posibilidad de funcionar, ya que lo único que hace es ser fiel a nuestra naturaleza (mas bien a la Naturaleza en si): si quieres algo, tienes que ganártelo; ah, y el vecino también lo quiere. Para mi, es totalmente sostenible. Me refiero al sistema. Nosotros podemos pasar épocas de todo tipo, pero él estará ahí tranquilito. Pero, claro, nosotros no queremos estar jodidos, así tenemos que ponerle ciertas limitaciones para tratar de que eso no pase. Todo esto ya da para otro post, así que digamos de una vez que lo que viene ahora es un cambio de ciclo. Como escuché un día decir a Leopoldo Abadía, nos hemos dado cuenta de que estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades y hay que dejar de hacerlo. Esto es algo que a nosotros nos la trae floja, pero los que dominan la economía ya se asegurarán de que no lo volvamos a hacer, porque la liamos. Todo esto significa muchas cosas, pero en el tema que nos ocupa, significa que el valor de una marca como identidad ya no va a ser tan grande. Primarán cosas más primarias (valga la renfinfoncia) como la calidad y el precio, pero no tanto la marca como algo intangiblemente diferenciador, que es en lo que hace incapié la publicidad.

Por tanto, la tele se enfrenta a dos cosas que ya hemos nombrado (y una, desarrollado): la pérdida del valor de la marca, y por tanto, la pérdida del valor de la publicidad como la conocemos; y el cambio en los medios de comunicación. Ahora, las campanadas de Nochevieja puedes verlas en, al menos, siete canales distintos, por lo que el último anuncio del año vale, al menos, siete veces menos que hace un tiempo. Y no es sólo que haya más canales de televisión que ganas de verlos, sino que, además, la tele tiene que competir con otras formas de comunicación como es internet. Decía Ortega y Gasset (¡¡Dios, qué guay me siento poniendo una cita molona!!) que yo (es decir, él) soy yo y mis circunstancias. Las circunstancias de la televisión han cambiado, como las de tantas cosas a lo largo de la historia, así que ahora le toca adaptarse y saber colocarse donde le toca, porque, por mucho que te diga que confíes en las marcas, ni siquiera las marcas saben cuáles son sus nuevas circunstancias.

En picado (II)

Parece que llegamos al final de nuestro viaje: un pequeño almacén apartado del resto del Mundo ese, tan lleno de personas, policía, ejército y demás instrumentos del Estado que les darían a estos una patada en el culo. Culo que, ahora que recuerdo, me pica. ¡Me cago en todo lo que se mueve! ¡Anda que no he tenido tiempo de rascarme, y yo cagado!. ¿He dicho cagado? Aquí huele precisamente a eso. ¡El tío este se ha cagado! Y ahora que me fijo, también se ha hecho pis. Sangrando, cagando y meando; como siga así mucho rato se va a convertir en lo que Ferran Adrià llamaría «Deconstrucción de Ser Humano» (así, con mayúsculas en todas las palabras). Ya estoy fuera. Estos nos introducen en el almacén a empellones y patadas. Esto no se va a quedar así. Voy a tratar de aprovechar la situación. A ver… ¡Ouch! No. ¡Coño! Tampoco. Venga… ¡Ay! Estoy tratando de que me atice con su bota en el epicentro del picor, pero nada. Ups… Igual me he pasado de evidente tratando de cazar las patadas con el culo porque me está mirando con una cara… ¿Eso ha sido un guiño? ¡Ay Dios, que me estoy metiendo en un jardín…!

Ya estamos dentro del almacén, en el que hay cuatro cajas como la que había en el coche. El deconstruido es un manojo de lágrimas y mocos (además de lo anteriormente citado) y no es que yo esté tranquilo, pero tener que pensar también en cómo rascarme el culo hace que piense menos en la posibilidad de morir a manos de los bielorrusos. La verdad es que, analizado fríamente, estar centrando mis pensamientos en el picor de culo en un momento como este dice mucho de mi. Aunque no tengo muy claro qué es lo que dice exactamente. ¿Soy un valiente? ¿Un inconsciente? ¿Tengo la escala de valores distorsionada? ¿Soy capaz de leer el farol en los ojos de los bielorrusos? ¿Será este un picor de culo de tales proporciones que supera el temor de morir? Y dado que no lo me parece especialmente fuerte ¿Tendré el dudoso honor de sufrir los mayores picores de culo que alguien puede sufrir? Un golpe en los glúteos (repetir «culo» no queda bien) me saca de mis pensamientos. Una pena, porque parece que iba a llegar a conclusiones interesantes. Por cierto, ha sido un golpe un tanto flojo ¿No? Casi un cachete. Me giro y veo al bielorruso que me guiñaba el ojo con una sonrisilla. Esto acaba de alcanzar el número uno en la lista de preocupaciones del momento, seguido del picor y la posibilidad de morir. ¡Qué poco valor tiene la vida por si misma, sin alegrías que la acompañen!

Ahora los bielorrusos parecen estar discutiendo sobre nosotros. Doy gracias a Dios por no entender un pijo. Parece que ya han llegado a un acuerdo sobre qué hacer: meternos en un cuartucho de herramientas. Una pena que tenga las manos atadas. Trato de esquivar su mirada, pero el bielorruso de las patadas se ha despedido con un besito. ¡Ay Dios…! Bueno, ya puedo sentarme a pensar tranquilamente.

¡Eh, tú! Sí, el llorón. Nada ni caso. En un rincón sollozando. Por Dios lo mal que huele… ¿Pero qué coño habrá comido? Bueno, da igual. Voy a levantarme a ver si se puede abrir la puerta. Sí, ya sé que es una gilipollez pero lo primero es conocer el entorno. Un momento, me he sentado sobre algo que se me ha quedado pegado en el culo. ¿Esto es un papel de lija? Vale, aumentan las razones objetivas por las cuales  no mi aportación a la humanidad no compensa mi gasto de recursos. ¡Y el cabrón no se despega! No me lo puedo creer… ¡¡No puedo rascarme el culo!! Ahora sí que todo me da igual. Que me peguen un tiro, por favor. ¡Este suplicio no lo merece nadie! Tranquilidad. La puerta. Joder, el picaporte parece resistente. Esto no lo abro ni por casualidad. Pero mira, puedo tratar de resolver mi problema número dos: igual frotándome contra él consigo compensar la lija que tengo pegada al culo. ¡A por ello! Venga. Bien, Parece que noto algo, pero tengo que darle más caña. Joder, sí que soy rápido agitando el culo. Esto demuestra que la gente saca lo mejor de si mismo en los momentos difíciles. De hecho noto algo de calorcillo en el culo… ¿producto de la fricción?

¡Coño, la puerta se abre! Mierda, el bielorruso cariñoso acaba de encontrarse mi culo agitándose violentamente. La preocupación número uno empieza a ser algo real. Verás, tío, es que me picaba y no tenía nada a mano y aunque lo tuviera la mano la tengo atada a la otra y… No quiero llevarte a conclusiones precipitadas… ¡Oye, la mano en el culo no! ¡Hostia! ¡Se ha quemado con la lija! ¡Toma cabezazo! ¡Cuando un hombre dice que no, es que no! ¡A volar!

Discusión en Facebook

Como suele ser habitual, publiqué un enlace a mi anterior post en Facebook, y la verdad es que no pensé que fuera a tener mucha acogida, ya que no es un tema al que (al menos eso pienso, o pensaba) la gente le dedique mucha atención. Cuál sería mi sorpresa que se ha montado una discusión de lo más interesante. De estas que hacía mucho tiempo que no tenía, y que echaba de menos. No es en un bar con una cervecita en la mano, pero oye, está muy bien. Procedo a transcribirla.

Susana

¿Y si Dios es un estado «mental» del hombre como sociedad?

Maestro Vertedor

¿Dios un estado mental? Hombre, conozco tíos muy creídos, pero no sé si tanto…

Susana

Ehto… What?

Maestro Vertedor

Vale, yo me explico si tú te explicas primero.

David N.

Dios es el nombre que reciben todas las palabras que no están en el diccionario porque abarcan todo aquello que no comprendemos, no aceptamos o sencillamente no sabemos que existe… Dios es el resultado de la incapacidad del ser humano de aceptar sus limitaciones entre las que, evidentemente, se encuentran la ignorancia y la muerte. Dios, muy por encima de la reproducción tamaño real del miembro de Nacho Vidal, es el mayor consolador de la Historia

Maestro Vertedor

Jajajaja, totalmente de acuerdo. De ahí la desorientación/frustración/desolación de la gente que pasa de dedicarle su vida a descubrir que no existe

David N.

Tampoco hace falta pensar mucho, si existiera nunca habría dejado que existiera facebook!!!!

Maestro Vertedor

¿Y quién te dice que le importa un pito que creamos en él o no?

David N.

Hombre, le importara lo que nosotros queramos que le importe, es lo que tiene no existir! jajaja pero muy buena idea lo de usar la palabra «pito», puede estar algún cura leyendo esto y eso habrá aplacado su enfurecimiento.

Maestro Vertedor

¡jajajajajajaj! Que cabrón…

Susana

A ver, quería decir más o menos lo que comenta David: Dios como el resultado del miedo del hombre a morir o a lo desconocido. No recuerdo dónde leí que en el cerebro de los creyentes se activan zonas que jamás se activan en las de los no creyentes, así que creo que nos quedaremos sin saber qué se siente… aunque yo me imagino el dejar de creer como algo parecido a cuando la chica de Blade Runner descubre que es una replicante: de pronto, todo lo que te hacía sentir seguro y te proporcionaba una identidad nunca ha existido, y vas a morir…

Susana

Me encanta que este tema siga siendo polémico XD

David N.

Lo corroboro, a mi al hacer la comunión se me activó la zona del cerebro de la fe cuando me dieron la hostia mojada en vino… riquísima… a la semana siguiente fui a comulgar, me dieron la hostia a palo seco y sentí ese vacío interior de cuando te abandona la fe… bueno, ya me fue bien, porque luego probé el vino solo y descubrí que la hostia aportaba poco al conjunto, en la actualidad la zona del cerebro del vino la sigo manteniendo activa y estimulada. La fe es tan efímera…

Maestro Vertedor

Bueno, yo te lo puedo decir. Y sí, es algo así, aunque descubrir que Dios no existe no es una revelación, sino algo lento.

Lo del estado mental que decía yo es el que te produce creer que eres muy bueno. Algo así como ser Dios. Una gilipollez de las mías, vamos.

David P.

No por vivir en ambientes racionalistas significa que estamos mas cerca de una verdad sobre las cosas, empezando porque quizas cada cultura y cada religion aporte muchas verdades interesantes sobre la vida y la muerte, y los mas probable es que todas tengan algo que enseñarnos … la ciencia y la razón por desgracia son ampliamente limitadas, como dice Hawking esta nunca podra plantearse el por qué el universo se tomo la molestia de existir, y sin embargo nosotros si. Si se reduce al hecho de si el universo es producto de la aleatoriedad o conlleva un cierto orden, me inclino hacia lo segundo. Ahora bien, en el citado texto simplemente veo un fulano con su ideologia que critica a otra cultura y a otra ideologia que no son la suya. Critica muy interesante y «lógica», visto lo visto..xd, pero muy vacia tambien…asi hacemos criticas todos a punta pala..pienso que lo interesante es pensar que no por creer algo, estamos mas cerca o por encima de otros que creen otras cosas…

Maestro Vertedor

Hey, primito!!! Me alegro de entablar una discusión contigo. Sí, es cierto que la razón es limitada (más bien, nosotros lo somos) y el pensamiento científico está lleno de errores, pero es cierto que tiende hacia una solución de los problemas con la mínimo sesgo del que somos capaces. No así la fe, que no son más que conceptos que dependen casi en su totalidad de miedos ancestrales. Con eso no quiero decir que no le vaya bien a la gente para ir viviendo, que es de lo que se trata. Sin ir más lejos, a nuestro amigo Osel le va peor afrontando la realidad que a los otros lamas viviendo en su burbuja.

Por cierto, con «el texto» supongo que te referirás al mío.

Alberto

Yo comparto la opinión de que Dios no es más que la respuesta a todo aquello a lo que no tenemos respuesta. Añade unas ciertas garantías a dar sentido a nuestra vida, que es algo arbitrario. No veo por qué debería tener.

Y hay una cosa que acaba de decir Luis que me gustaría acentuar. No es sólo que la fe está estancada y la ciencia avanza. Va incluso más allá. La fe pierde terreno porque cada vez necesita explicar menos cosas. La ciencia ha ido contestando cosas que antes la fe tenía para si.

Uno de los problemas es eso de las verdades. ¿Por qué la fe ofrece verdades? En ningún caso. Ofrece dogmas que nos pueden parecer maravillosos. Y con unas «verdades» patrimonio de unos pocos. La ciencia ofrece respuestas que mucha gente pone en duda. Y eso las hace mejorar. LA propia ambición a salir en los libros por parte de los científicos la empuja a mejorar.

Por cierto, dogma de fe impuesto por mi; creedme hijos míos si os digo que la mejor frase es la del consolador. Brutal

David P.

Como buenos ingenieros, ninguno de los 2 va a poner en duda la veracidad y valided de las cualidades racionales que configuran la ciencia que conocemos, desembarcando en leyes que van describiendo (que no explicando) como funciona el mundo y que se aplican a su mejora constante. Quizas nos estemos olvidando de que una persona es mucho mas que unconjunto de cualidades racionales…la vida cobra sentido no solamente en sumatorios y parámetros, sino en valores y emociones también. Cuando se encuentre la teoria del todo, si existe…cambiara algo las vidas de las personas??. Quizás nosotros estemos en una burbuja cientifica tan profunda que nos estamos olvidando de otras realidades…una persona se debe medir por la calidad en sus valores, y esta comienza en creer que puede superarse. Todos somos personas de fe desde que nacemos..creemos en nuestros padres, en nuestros amigos, en que llegaremos lejos..la fe rige nuestra vida en muchos sentidos. Incluso hay gente que tiene fe en que todo el universo es producto de la aleatoriedad….xd. Es cierto que en torno al concepto de fe arraigado a cultura religiosa histórica ha estado muchas veces regido por el miedo, pero trascendiendo a mensajeros ( hay muchos, incluso dentro de la cultura crisitiana por ejemplo, son infinidad de congregaciones con tendencias muy dispares) y centrándonos en la esencia que entraña la fe, reducir toda la espiritualidad humana a que la fe es miedo, tampoco creo que sea lo más exacto (o por lo menos yo jamás lo he sentido así). La fe representa un loable esfuerzo humano por buscar en toda la dimensión de la persona (no solamente en la limitada razón) un sentido en la vida, a la muerte y a todo el universo.

Quizás sea precisamente la consecuencia de vernos tan limitados racionalmente, lo que nos impulsa a buscar a través de ella el significado de la vida, lo verdaderamente positivo de la fe es que está nos alienta en la esperanza de que puede existir algo mas allá de lo que el ámbito material delimita, basándose precisamente en que las personas poseen realidades inmateriales que existen y que no son tangibles, como los valores, o curiosamente las propias cualidades racionales. ( aunque quizás no sea así, puede que el universo sea una aleatoriedad peculiar, y el bien, el mal, los valores, la razón y la lógica pajas mentales producto también de la aleatoriedad y que realmente lo físico no tenga sentido y nosotros tampoco, mas allá de la existencia físico-mental). Un ateo siempre vivirá con la duda en su cabeza de si quizás pueda existir un orden mayor que el que nuestro entendimiento nos genera y que ello condicione una existencia mas allá de la biológica, y un creyente vivirá con la duda de que puede que la vida no tenga ninguna dimensionalidad mayor que las reacciones químicas que se producen e nuestro cuerpo y poco más. Eso si, personas de fe somos todos…(salvo agnósticos que viven felices y no se rayan…xdxdxd). Yo resumiría esto en que ciencia y fe pueden ser 2 buenas herramientas para comprender nuestro mundo, si el herrero que las utiliza tiene dominio sobre ellas, pudiendo forjar así una buena arma, que es el darle sentido a su vida. Con respecto al fulano, llevas razón que son mucho más felices seguro los monjes en su santuario que este chico en su regreso, pero quizás este chico tenga muchas más claves para una comprensión mayor de las cosas dentro de algunos años, pues habrá conocido 2 mundos con 2 maneras de entender las cosas. Su reto será asimilar todo lo que ha aprendido y que le sirva para, además de tener su propia visión de la vida, ser feliz en esta sociedad de occidente, racionalista, consumista y egoísta en algunos sentidos. (por ponerme negativo, pero tb tenemos cosillas buenas, jeje)

Alberto

pedazo respuesta David! jaja

A ver, algunas cosillas. Primero, yo no creo que la razón sea algo infalible. Ni mucho menos. Lo único que digo es que la competitividad entre los científicos lleva a una mejora constante de sus resultados. Pero no a la infalibilidad.

segundo, por supuesto que es compatible la fe con la razón. Sólo faltaría. Al menos por ahora.

Tercero, que los valores son algo importante, para mi, es un tema cultural. Aunque ese es otro debate, la percepción de lo que entendemos como bueno y como malo no creo que tenga tanto que ver con la fe, aunque la fe haya condicionado mucho en nuestra historia esa valoración

Cuarto, esa complejidad humana de la que hablas sí que la está estudiando la ciencia sin ayuda de la fe. Sobre todo porque eso que los creyentes (y muchos no creyentes) valoráis tanto como propio de los humanos de que los humanos somos más que una suma de elementos se da muchas veces en la naturaleza. Los matemáticos le llaman justamentecomplejidad.

Yo no entiendo un carajo, pero es toda la movida esa de los fractales y el caos ordenado. Se da en situaciones tan variopintas como en los atascos y en la línea de la costa de un territorio.

A mi que a un creyente le dé tranquilidad me parece fantástico y ole sus huevos. Como dice Luis, mientras lo crea es fantástico. Como ateo, me preocupa más cuando todo eso se cae. No la fe, pero sí el asociarla a una opción, conlleva muchas renuncias que, sin fe, no tienen sentido.

Repito que no hay ningún sitio que confirme que la vida tienesentido. Sólo los que se basan en la fe. O sea, que no hay nada.

Y quinto, que tendemos a creer, yo lo matizaría. Estamos hechos para confiar y eso es poner fe en los demás. Pero cuidado. A pesar de que a veces nos equivocamos, con esas personas estamos muchas veces. Y EN ESO BASAMOS NUESTRA CONFIANZA. No es una fe ciega, como la de Dios.

Alberto

matizo esto; «Repito que no hay ningún sitio que confirme que la vida tiene sentido. Sólo los que se basan en la fe. O sea, que no hay nada»

Cuando digo que no hay nada, me refiero a que, requiere el paso previo de la fe. Sin ella, nada. La ciencia tiene la ventaja que, cuando tiro una piedra al río, cae, forma ondas, choca contra el suelo…

David P.

No hay ningún sitio que confirme que la vida tiene sentido, ni tampoco ningún sitio que confirme que no la tiene!!!…Me resulta tremendamente ilógico e irracional pensar que con toda la complejidad del ser humano, en infinidad de ámbitos, con todos los niveles culturales, artísticos, de inteligencia científica, espirituales, etc….que no hay nada más, en todo caso es una opinión tan discutible como el que piensa del modo opuesto. Con respecto a la ciencia, pienso que no se trata de discutir sobre si esta es infalible o no…dios mío quien crea que no es infalible es un fanático!!!!…sino hasta que grado de entendimiento nos puede llevar…Psicologicamente, se conocen bien las cualidades que poseemos a nivel racional desde que el hombre es hombre (asociación, generalización, disociacion, etc..). Con todos ellos hemos formado un entendimiento de las cosas que nos hacen DESCRIBIR el universo de modo racional y matemático..ahora bien, la ciencia no es explicativa en su grado ultimo, es descriptiva como digo..de manera sencilla, cualquier ecuación es un conjunto de variables asociadas normalmente a constantes que calibran y describen un poco como funciona esa gran maquina que es el universo, ¿Por qué las masas se atraen en el vacio?, ¿si la teoría de cuerdas cobrase valor..¿por que al vibrar de ese modo generan ese tipo de partículas asociadas a tridimensionalidad de este espacio?…¿Por qué el universo se tomo la molestia de existir?…La ciencia es fabulosa para su rango de actuación, que es muy importante no cabe duda, y siempre lo será, pero tan pronto nos planteamos estas preguntas o llegamos a conceptos como el infinito (el gran logro de estos últimos siglos en matemática pienso que ha sido poder jugar con ello en el calculo infinitesimal aun sin comprender su verdadera dimensión) nos encontramos que ya no sabemos ir mas allá…pensemos en grande..imaginemos otra inteligencia que tenga 100 cualidades mas que las de la lógica humana…..¿que grado de comprensión del universo podría tener?, ¿encontraria respuestas sobre la vida y la muerte?, ¿seria una obviedad para ese ente que todo es aleatorio, o seria una obviedad un diseño en el universo?…si la ciencia es tan limitada..por que no admitir que puede que existan cosas que esta no pueda estudiar?…si caemos en el reduccionismo de solo creer en lo que la ciencia nos demuestra y absolutamente todo lo demás no existe, estamos haciendo una nueva religión y bastante talibanesca…xdxdxd…las piedras se caen y generan ondas pero también existe la mano de alguien que te hecha un cable y pasa a a ser algo mas que un ser humano vivo, se convierte en un amigo por ejemplo…en otra cuestión, los valores entendiéndose como el conjunto de riqueza que puede poseer una persona (solidaridad, dignidad, generosidad, amistad..etc), desde mi humilde opinión, es lo mejor que podemos transmitir a los demás, y por lo tanto de lo mas especial que podemos poseer como especie. Las conceptualizaciones de bien y mal que surgen en torno a la trascendentalidad y la capacidad de tomar decisiones dicho de modo sencillo, tienen que ver con la cultura y con la época, es bien sabido que estos evolucionan constantemente según los modos de pensar y las costumbres de cada época. Cuidado con los planteamientos teoricos científicos en torno a multiples teorías, que todos sabemos las burradas que ha pronosticado muchas veces la ciencia teorica (esas si que son para personas con fe ciega..xd). En todo caso, me parecen muy interesantes los estudios estadísticos acerca del orden que genera caos y vicerversa. Y resumiendo, que sino nos dan las mil..xdxdxd, la fe del creyente y la fe del ateo son relativamente parecidas. El creyente tiene esperanza (no relajación hombre..xd) en que puede existir algo más, basándose en indicios racionales evidentemente (aquí nadie es tonto del bote para creer a ciegas, no estamos diciendo que las bacas vuelan, poco inteligente es pensar que media humanidad es tonta y que nosotros estamos en la otra..xd) como puede ser el orden que se puede percibir en el universo en torno a que las leyes físicas siempre actúan del mismo modo, teorías como el big bang, el aumento entrópico en todos los procesos naturales, etc..y muchos indicios no solo a trabes de las cualidades racionales, sino de todas las capacidades humanas que nos hace percibir las cosas de un modo mucho mas profundo, y es racionalmente justo pensar que la vida puede tener un sentido mas amplio si de hecho ya vemos como existen cantidad de realidades en el ser humano que trascienden a lo físico, y como tu has dicho, la suma de las partes es mas que las partes por separado..xd. El ateo de otro modo, también tiene la creencia, en este caso, y un poco en resumen, en que realmente no hay nada más, la vida es justa y llanamente lo que vemos y el orden del universo, exista o no, no influirá en nuestra mucho, y además cree que todas esas realidades al margen de la razón están ahí evolutivamente para sobrevivir y listo..xd. Quizás la única diferencia es que las personas creyentes (o por lo menos yo, hablo por mi) seamos simplemente más positivas y tengamos esperanza racional en que la vida y la muerte pueden conllevar más cosas de las que conocemos, y el ateo no tanto. Pero todos caminamos en el mismo barco. En el fondo cada uno piensa como piensa en función de su educación, genética, cultura, sociedad.

Es curioso pensar que cada uno de nosotros habiendo tenido otras experiencias vitales podríamos pensar de modo opuesto..:). Lo mejor seria ser agnóstico..viva la vita…xdxdxd…Un gran saludo Alberto y primiiiiiin..xd, muy interesantes vuestras apreciaciones..:)

Maestro Vertedor

¡¡Ahivá la hostia!! Menudo pedazo de disertación. Soy incapaz de recordar todo lo que has dicho, así que seguro que me dejo algo o trato de rebatir algo incorrecto, pero bueno.

David, lo que tratas de hacer es una defensa racional de la fe. Por un lado, la fe, no necesita eso, puesto que es fe, es decir, creencia absoluta en algo sin necesidad de pruebas (así me lo enseñaron a mi). Pero por otro, y para ser sinceros, creo que lo que estás haciendo es otra cosa: una defensa racional de que los huecos que deja la ciencia pueden ser ocupados por otras teorías; huecos que, además, la ciencia nunca rellenará.

Lo que haces es, por tanto, decirme que no debemos limitarnos a lo que la ciencia explica y obviar el resto de cosas que son compatibles con esta pero actúan en otros campos. Algo que Alberto llamaba hace unos años el «trascendente».

Bien, es cierto, la ciencia avanza muy despacito para la cantidad de cosas que hay para explicar, y mucha gente tiene (tenemos) necesidad de hallar respuestas a preguntas que están muy alejadas de lo explicable por la ciencia. La fe (creencia absoluta, bla, bla…) entra cuando a esas preguntas les damos respuestas irracionales y muchas veces basadas en lo que alguien nos inculca. Si tú lo que haces es un proceso racional para hallar esas respuestas, como mucho se llama metafísica, pero no fe. La fe no puede justificarse, porque en eso se basa.

Eso sí, lo de que ser ateo es muy fácil, quítatelo de la cabeza. Lo es si no ves más allá del día a día. Si necesitas respuestas que la vida cotidiana o la ciencia no puede darte, es mucho más cómoda la fe ciega. Saber con absoluta certeza que tu vida tiene un sentido y un fin es mucho más «consolador» (que diría David N.) que pensar que eres un suspiro en medio del universo y del tiempo.

Ah, he recordado otro tema. Todo el mundo necesita confiar en algo y eso también se llama fe, pero no es la fe ciega de la que hablaba antes, es simplemente una base que te sustenta, y que, para algunos, es la fe ciega en algo.

Osel

Recuerdo hace unos años (¿ocho?) cuando oí hablar del pequeño lama español. Recuerdo que en aquel reportaje de la tele lo presentaban como “la reencarnación de Buda”, y me pareció tan alucinante que vi el programa entero. Hoy sé que Buda no era un tío, sino un estado máximo al que cualquier persona puede llegar con el trabajo suficiente, y que él era la reencarnación del lama Yeshe; pero eso es otro tema. Yo, lo que esperaba de aquel reportaje era ver un chico joven tratado como un dios en algún monasterio budista de la India, una fuente de sabiduría o algo así que otra gente seguía y reverenciaba. Por lo que él mismo dice, sí lo veneraban, pero eso era fuera del monasterio. Lo que vi era otra cosa. Ahí había un chico, rodeado de muchos otros como él, que dedicaba dieciséis horas diarias al estudio de filosofía, matemáticas y textos sagrados que no recuerdo; y a debatir sobre estos últimos con sus compañeros. Únicamente sobre esto. Mostraban imágenes de esas discusiones o debates: parejas de chicos tenían lo que parecía una confrontación, que distaba bastante de la imagen sosegada y razonable que se tiene de la buddhist way of life. Además, y esto me llamó bastante la atención, repetían al final de cada frase un gesto como para dar énfasis a lo que decían, a un volumen ya bastante alto: se echaban hacia adelante y golpeaban la palma de una mano con el reverso de la otra frente a la cara del “oponente”. Durante el reportaje también entrevistaban al chico. Enfatizaban su papel de persona importante en el mundo budista, y la vida de alejamiento que había decidido llevar. Pero se mostraba (o yo veía) con una cierta claridad una importante inseguridad acerca de todo lo que tenía alrededor, y de lo que no tenía. Es más, cuando hablaban de cómo buscaron por todo el mundo al niño en el que el lama Yeshe se había reencarnado y cómo fue su llegada al monasterio, vi a unos fervientemente budistas padres y un desesperadamente necesitado lama que encontraron en Osel (que así se llama la criatura, por cierto) todas sus esperanzas de realización personal.

Vamos, que pasé de la perspectiva de un niño tranquilo y sabio, tratado con cariño y veneración, a la imagen de un adolescente enclaustrado en un sitio extraño, con una estricta educación basada en la disciplina, las privaciones y en un conocimiento obsoleto, rígido y muy reducido, sobre el que deben ¿debatir? diariamente de una forma preestablecida. Recuerdo que acabé el reportaje bastante triste por el pobre chico, y deseando de todo corazón que acabaran de reprimirle esos deseos y curiosidades que sentía, para que jamás asomara la cabeza al mundo exterior y descubriera que le habían arrebatado su vida y que nunca la iba a recuperar del todo.

Ayer por la tarde, en las noticias, hablaron de él y se me cayó el alma a los pies: el chico salió del monasterio a los dieciocho viendo que eso no era lo que quería. Mostraban la foto de espaldas de un chaval vestido medio hippie, que decían que había estudiado filosofía y cine, y que estaba tratando de dedicarse a eso. Alguien que trata de buscar sentido a su vida, pensé. Hoy, rebuscando, he encontrado la confirmación.

Este es un tipo de situación que me provoca sentimientos encontrados. Lo fácil sería cagarse en el lama y los padres del chico, pero entiendo la necesidad imperiosa que tenían, tanto el uno como los otros, de darle sentido a su vida. Un sentido que para ellos es más que una realización personal. Para la gente fervientemente religiosa, la religión traspasa la importancia de las cosas que conocemos y es lo que está por encima del mundo, del tiempo e incluso de las personas. A modo de ejemplo, la Biblia cuenta cómo Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su hijo por Dios. Porque Dios no es una ideología. Dios es, simplemente, Dios, y está por delante de todo lo demás. El problema es que, probablemente, Dios no existe, y al pobre Osel le jodieron irremisiblemente la vida. Una vida finita y caduca, pero que es la única que va a tener. Por lo menos, y seguramente fruto de su instinto de supervivencia, sigue creyendo en la reencarnación.